Gafas progresivas: 5 consejos para adaptarte rápidamente a ellas

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Gafas progresivas: 5 consejos para adaptarte rápidamente a ellas

El paso de los años es algo inevitable y aunque en algún punto de tu vida tuvieras una excelente vista, si estás aquí probablemente significa que ha llegado el momento de usar lentes para leer o para otras actividades que requieren visión cercana.

Hace algún tiempo eso implicaba utilizar lentes bifocales, por ello ese tipo de lentes están asociados con la vejez. Por suerte, actualmente tienes una alternativa mucho más efectiva: las gafas progresivas.

En Centrilén te vamos a dar todos los consejos que necesitas para adaptarte a tus nuevas gafas progresivas.

¡Quédate hasta el final porque te daremos los cinco pasos más importantes para que puedas lograrlo!

¿Qué son las gafas progresivas?

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Si en algún momento has escuchado hablar sobre gafas progresivas, seguramente te has preguntado ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Y si deberías usarlas o buscar otra opción? Entre otras preguntas que te pueden generar dudas.

Las gafas progresivas, son lentes que nos permiten corregir tanto la visión de lejos como la de cerca en una sola montura. Es como combinar dos lentes en uno. No obstante, las progresivas, permiten corregir también la visión intermedia. Y si te preguntas ¿Por qué es tan importante una visión intermedia? Es por el tipo de vida que llevamos hoy en día.

Imagínate que estás trabajando en el ordenador y necesitas ver tu teléfono movil, y luego pasas a ver algo que se encuentra más lejos que el ordenador. Estos cambios de distancia pueden ser bastante complicados, pero una vez que te acostumbras a tus gafas progresivas, el cambio es mucho más fácil.

Es importante que sepas que la medida de vista para visión cercana, intermedia y lejana es distinta. Es por ello que las gafas progresivas, como su nombre lo indica, cuentan con un aumento gradual a lo largo de la luna.

Con las gafas progresivas puedes tener una visión correcta de cerca (30 a 40 cm de distancia), a una distancia intermedia (50 a 60 cm) y a distancias superiores.

¿A quiénes se les recomienda este tipo de lentes?

El uso de gafas progresivas se recomienda a las personas de 40 años o más que empiezan a padecer de un problema visual conocido como la presbicia. ¡Cuidado! Muchas personas confunden la presbicia con una enfermedad, pero tan solo se trata de una condición del ojo humano que consiste en la dificultad de ver con claridad de cerca, por ejemplo, cuando intentamos leer un libro.

Esta condición se produce cuando el cristalino de nuestro ojo se va haciendo cada vez más rígido conforme envejecemos, lo que dificulta que podamos ver de cerca correctamente.

Factores a tener en cuenta antes de comprar gafas progresivas

Es importante que tengas en cuenta los siguientes factores:

1. La edad y las características del usuario

Si una persona de 60 años o más que ha usado gafas durante varios años decide cambiar a unos progresivos, le costará mucho más adaptarse que alguien más joven o que no los haya usado durante tanto tiempo.

2. Saber si es una persona que se adapta a los cambios

Otro factor importante para saber si es recomendable que comiences a usar gafas progresivas es conocer tu disponibilidad a los cambios y aprender cosas nuevas.

Comenzar a usar este tipo de gafas requiere un periodo de adaptación que no todas las personas están dispuestas a hacer.

Sin embargo, las personas que logran adaptarse a sus nuevos lentes, notan el gran salto de calidad en su visión que ahora tienen, por lo que, si tú eres ese tipo de personas, te recomendamos que lo intentes.

3. Si eres una persona con miopía

Ahora, ¿en qué ocasión no serían tan recomendables las gafas progresivas?

En nuestra experiencia con personas miopes, no es tan recomendable la transición a gafas progresivas desde temprana edad. Los miopes tienden a ver bien de cerca durante mucho más tiempo, por lo que, si sientes este es tu caso y puedes ver bien en distancias cortas sin la necesidad de usar lentes de lectura, te recomendamos que aún no pienses en usar progresivos.

Y esto ocurre porque esta clase de lentes solo tienen una pequeña zona en la parte inferior para ver de cerca, lo que limitará tu campo visual innecesariamente.

¿Qué montura escoger para tus gafas progresivas?

El primer consejo que te damos con respecto a la montura que vayas a elegir, es que tenga una altura mínima de 30 mm, ya que, como lo mencionamos antes, con unas gafas progresivas tendrás un aumento gradual de la distancia cercana a la mediana y lejana. Elegir unos lentes de 30 mm ayudará a que el campo de visión vertical sea mayor.

Por otro lado, también te recomendamos escoger unas monturas que tengan un tipo de almohadillas llamadas plaquetas. La razón es simple, estás almohadillas te permitirán lograr un ajuste más personalizado de tus lentes a la altura exacta de tus ojos.

Por ejemplo, si sientes que al ponerte los lentes y mirar de frente la visión intermedia interfiere con la visión lejana, lo único que tienes que hacer es abrir un poco las plaquetas para que baje ligeramente la altura del lente.

Y, por el contrario, si lo que quieres es ver de cerca sin que la visión intermedia te moleste, solo tienes que cerrar las plaquetas para que el lente quede un poco más arriba.

No obstante, si odias usar plaquetas porque te aplastan la nariz o simplemente no te gustan, no hay problema, puedes elegir unos lentes sin almohadillas.

¡Última advertencia sobre las gafas progresivas!

Antes de pasar a las cinco recomendaciones que te hemos preparado, permítenos comentarte algo que debes tener MUY en claro sobre el tema de los lentes progresivos.

Cuando te pongas este tipo de lentes por primera vez, no te vas a sentir cómodo o cómoda desde el inicio, ya que requieren un determinado período de aprendizaje. Los lentes progresivos no son unos que puedas sacar de su caja, ponértelos y empezar a ver en todas direcciones sin problemas.

Como te habíamos dicho, necesitas aprender a usarlos para poder gozar de todos sus beneficios.

5 pasos importantes para aprender a usar gafas progresivas

¡Ahora sí! Vamos a ver cuáles son los consejos que te ayudarán a aprender cómo adaptarte rápidamente a tus gafas progresivas:

1. Gira completamente tu cabeza en la dirección que quieres ver

Las gafas progresivas están diseñados de forma muy diferente a los bifocales o monofocales. Al costado de los progresivos hay zonas de visión borrosa o de no visión, es decir, que no es posible mirar de reojo usando este tipo de lentes, ya que tu ojo va a chocar con esas zonas y no vas a poder ver bien.

Para mirar a los costados debes girar tu cabeza completamente hacia la dirección que quieres enfocar.

2. Cada área de visión está diseñada para una actividad diferente

Las gafas progresivas tienen zonas destinadas a realizar acciones específicas. En el caso de la lectura, la medida para ver de cerca se encuentra en la parte inferior de los lentes, lo que quiere decir que, cuando quieras leer algo, ya sea un libro, el periódico, una revista o tu teléfono, solo debes mover tus ojos hacia abajo sin mover la cabeza.

Un poco más arriba, en la parte del medio de tus lentes, podrás ver todo lo que se encuentra a una distancia media de ti, como tu computadora, por ejemplo. Pero recuerda que a los costados siempre estarán las zonas de visión borrosa.

Y en la parte superior de las gafas progresivas, podrás ver todos los objetos que se encuentren a una distancia lejana. Por ejemplo: cuando camines, conduzcas, veas televisión o vayas al cine.

Algo que te puede ayudar mucho si trabajas largas horas frente al ordenador, son las gafas progresivas ocupacionales, las cuales permiten una visión intermedia con mayor campo visual que un progresivo convencional.

3. Acostúmbrate a caminar con gafas progresivas

Es muy importante que te acostumbres a caminar con gafas progresivas para que no tengas ningún tipo de problema o accidente. Para hacerlo es fundamental que cuando estés caminando, o subiendo o bajando escaleras, y quieras mirar al piso, recuerdes que debes mover toda la cabeza hacia abajo para que puedas verlo con claridad.

Esto es necesario porque la parte inferior de tus lentes está diseñada para ver de cerca ¡Y el piso no se encuentra lo suficientemente cerca!

Este mismo proceso de aprendizaje lo debes repetir en todas las situaciones de tu vida diaria. Siempre ten en cuenta a qué distancia y dónde se encuentran las cosas que quieres ver con claridad, para luego mover tus ojos y tu cabeza a la zona del lente que te permitirá ver mejor.

Puede que haya momentos en los que realices movimientos bruscos y te marees un poco debido a cambios muy rápidos de la visión de cerca con la de lejos. Sin embargo, una vez que te acostumbres a tus gafas progresivas, no las cambiarás por nada.

4. Usa tus nuevos lentes el mayor tiempo posible

Te recomendamos usar tus lentes progresivos el mayor tiempo posible, de preferencia todo el día durante los primeros 15 días. La razón de esto es que tu cerebro debe pasar por un proceso de aprendizaje para que comience a ignorar las imágenes que no le sirven. Y es recomendable hacerlo durante todo el día, aunque no necesites realmente usarlos.

Intenta caminar con ellos primero en sitios que conozcas muy bien. Úsalos para practicar los cambios de distancia con cosas que tengas en casa, viendo la televisión y leyendo un libro o una revista. Cuando bajes y subas escaleras, procura ir despacio y con cuidado sosteniéndote de la baranda. Recuerda que mientras más practiques, más rápido lograrás adaptarte.

5. Diferentes tipos de gafas progresivas

El tiempo que necesitas para acostumbrarte a tus nuevos lentes progresivos se determina por el tipo de lente que escojas. Al momento de hacer tu compra, podrás escoger entre diferentes calidades de lentes progresivos, siendo la principal diferencia la amplitud del campo visual que cada uno te brinda, es decir, el mayor o menor espacio de visión en las zonas laterales.

En comparación con un lente de gama alta, si escoges uno de gama baja, tu campo visual será reducido y tendrás que mover más la cabeza para poder ver a los costados. No obstante, la calidad que escojas dependerá de tu presupuesto y el tiempo que estés dispuesto a invertir para acostumbrarte a ellos.

Personalizando tus nuevas gafas progresivas

Por último, queremos terminar comentándote que a los lentes progresivos les puedes colocar filtros y tratamientos como el filtro de luz azul, protección UV, antireflex e incluso pedirlos con efecto fotocromático, es decir, para que se oscurezcan con la presencia del sol y se aclaren en su ausencia.

Esperamos que esta información te haya sido útil y te ayude en la compra y adaptación de tus nuevas gafas progresivas.

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